martes, 14 de mayo de 2013

Alimentos sanos y preventivos


El cáncer es una de las principales causas de mortalidad en todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que, de no mediar intervención alguna, 84 millones de personas habrán muerto de cáncer entre 2005 y 2015. Estos son algunos de los alimentos que, según recientes investigaciones, pueden ayudarnos a poner freno a la enfermedad.
Brócoli
A principios de 2011, científicos descubrieron la base bioquímica de la capacidad del brócoli para combatir el cáncer. La clave está en su elevado contenido en isotiocianatos. El gen p53 , también conocido como el "guardián del genoma", se ocupa de mantener a las células sanas y evitar que se inicie el crecimiento anormal propio del cáncer. Sin embargo, cuando este gen se vuelve defectuoso su falta de control hace que las células anormales proliferen y den lugar a cáncer de pulmón, mama, colon, vejiga o linfoma. Los isotiocianatos presentes en el brócoli, así como en el repollo y la coliflor, son capaces de eliminar la proteína del gen p53 defectuoso y dejar libres las proteínas sanas para suprimir el desarrollo de tumores.

Ketchup
El tomate fresco y sus derivados, entre ellos el kétchup, podrían convertirse en buenos aliados para la prevención de distintos tipos de cáncer después de que una revisión de 28 ensayos clínicos de los últimos diez años, realizada por un grupo de científicos de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, haya relacionado el licopeno que contienen con un efecto protector que reduce la incidencia de distintos tipos de cánceres, especialmente del cáncer de próstata. El licopeno, sostienen los investigadores, ha demostrado su capacidad para inhibir la proliferación celular, al tiempo que posee un efecto anti-carcinogénico y anti-aterogénico, al intervenir en la comunicación intercelular y modular los mecanismos inmunológicos. 

Vino
De acuerdo con un estudio del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson, los hombres que beben alrededor de cuatro copas de vino tinto a la semana reducen en un 50% el riesgo de contraer cáncer de próstata. Este efecto se debe a que la bebida contiene un antioxidante llamado resveratrol, que entre otras cosas reduce los niveles de hormonas masculinas, como la testosterona, que estimulan el crecimiento de este tipo de tumores.
Nueces
En 2009, científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad Marshall en Estados Unidos demostraron que tomar un puñado de nueces al día reduce el riesgo de padecer cáncer de mama. Según explicaron a sus colegas durante el encuentro anual de la Asociación Estadounidense de Investigación del Cáncer, estos frutos secos contienen muchos ingredientes que, individualmente, han demostrado desacelerar el crecimiento del cáncer, incluidos los ácidos grasos omega-3, los antioxidantes y los fitosteroles. Otro estudio más reciente, realizado por científicos de la Universidad de California-Davis (EE UU), ha demostrado que las nueces también reducen el tamaño y la tasa de crecimiento del cáncer de próstata en experimentos en animales. 
Ciruelas y melocotones
Un artículo publicado hace unos meses en la revista Journal of Agriculture and Food Chemistry por investigadores de Texas ( EE UU) revelaba que usando extractos de ciruela y melocotón se puede destruir a las células del cáncer de mama, incluso a las más agresivas, sin dañar a las células sanas. Los científcios aseguran que estas propiedades podrían aprovecharse para desarrollar nuevos tratamientos de quimioterapia sin efectos secundarios.


lunes, 25 de marzo de 2013

La FAO acerca de "Alergia alimentaria"


1. Es probable que el hombre haya sufrido alergias alimentarias desde los albores de su historia; es de hace muchos siglos la afirmación del filósofo romano Lucrecio de que "lo que para unos es un alimento, para otros puede ser un veneno". Los primeros casos documentados de pacientes alérgicos a alimentos aparecen a principios del siglo XX. Sin embargo, hasta hace pocos años la comunidad médica y las autoridades reglamentarias ignoraron en gran parte el fenómeno. Incluso hoy, en muchas partes del mundo no se comprende a fondo la prevalencia de las alergias alimentarias y su impacto global en las personas. En los últimos años ha habido un reconoci-miento mayor del problema por parte de la comunidad médica, sobre todo en América del Norte, Europa, Japón y Australia. Sin embargo, es probable que en todos los países del mundo haya personas que son alérgicas a ciertos alimentos. Las autoridades reglamentarias deberían considerar el problema con mayor atención que la que hoy le dispensan, puesto que una exposición inadvertida al alimento responsable de la alergia puede tener consecuencias sumamente graves, e incluso resultar mortal, para ciertas personas sensibles.
2. En este documento proporcionaré una información de base sobre los distintos tipos de alergia y sensibilidad a alimentos, incluyendo una descripción de los síntomas de las personas que las sufren y una explicación de los mecanismos de las diversas enfermedades que componen esta categoría, así como una estimación de la prevalencia de las alergias alimentarias. Posteriormente examinaré algunos de los problemas reglamentarios que plantea este tema, formulando algunas recomendaciones sobre medidas de seguimiento que podrían adoptar la FAO, la OMS, la OMC y los gobiernos de los países miembros.


para completar lectura ir a: http://www.fao.org/docrep/meeting/X2670S.htm







viernes, 25 de enero de 2013

Come, pero lee la etiqueta


Junto con visualizar la denominación del producto es fundamental que al comprar un alimento prestemos atención a la fecha de vencimiento o caducidad del producto, así como también, a sus ingredientes y a su forma de conservación.
Conocer estos datos nos ayudarán a escoger el ingrediente apto para nuestra dieta, es decir, si somos alérgicos a alguno de sus ingredientes descartaremos este alimento de inmediato, así como también, si planeamos utilizarlo en el plazo de una semana y su fecha de caducidad está indicada para los próximos 3 días.
Mirar la forma de conservación es fundamental para obtener un plato sano y seguro, porque hay determinados productos que una vez abiertos no deben permanecer mucho tiempo en refrigerador o deben conservarse a determinada temperatura para no caer en riesgo de contaminación.
Como el tema nos convoca, no podemos dejar de describir lo qué debemos mirar en las etiquetasen el área de información nutricional del producto. Además de los ingredientes, allí debemos detenernos a los siguientes datos respecto a las calorías y los macronutrientes
o    Porción consumida: esto puede darnos una idea del tamaño de la ración que debemos ingerir. Hay productos en los que nosotros ingerimos menos de una porción y hay otros, como las patatas fritas de bolsa u otros snacks, donde la porción indicada en el envase suele ser muy inferior a lo que consumimos.
o    Kcal o aporte energético: aquí conviene mirar el aporte energético de la porción si previamente visualizamos que la cantidad que consumimos es similar a la ración que se indica en el envase. De lo contrario, es conveniente estimar en base a la porción cuánto ingerimos y de allí, calcular el aporte energético prestando atención a las calorías brindadas por cada 100 gramos. Éste último dato siempre debemos tenerlo en cuenta si queremos reducir al densidad calórica de la dieta. Ya que un producto que tenga más de 200 Kcal por cada 100 gramos es concentrado en energía y favorecerá una dieta de alta densidad energética, mientras que un alimento cuyas calorías no superan las 100 Kcal por cada 
¿Qué es el porcentaje del valor diario o %VD?
Con frecuencia vemos en la información nutricional junto a la cantidad nutrientes que aporta un alimento un dato denominado %VD, que no es más que el porcentaje que cubre determinada ración de alimento de las recomendaciones de ingesta para una persona.
Es decir, a diario se aconseja a un adulto que requiere aproximadamente 2000 Kcal, consumir determinada cantidad de sodio, calcio, grasas, azúcares y demás. En base a este valor se indica cuánto aporta (en porcentaje) una ración del alimento que estamos visualizando. Así, un alimento que tiene más de 20% VD de Kcal es alto, pues sólo el consumo del mismo cubre un 20% de las calorías que necesitamos a diario.
Cómo interpretar lo que dicen las etiquetas
Con frecuencia los envases de los alimentos presentan denominaciones como “bajo en sodio” o“bajo en azúcar” pero para que sepamos si este dato es real o para que saquemos nuestra propia conclusión con sólo mirar la información nutricional de un alimento, te mostramos cómo interpretar lo que dicen los alimentos acerca del aporte de nutrientes en el etiquetado:
Sobre el contenido de sodio: 
§  Se considera alto 1 gramo de sal o más por cada 100 gramos o 500 mg de sodio o más por cada 100 gramos.
§  Se considera bajo 0.25 gramos de sal o menos por cada 100 gramos o 100 mg de sodio o menos por cada 100 gramos.
Sobre el contenido de grasas totales:
§  Se considera alto 20 gramos o más por cada 100 gramos
§  Se considera moderado entre 5 y 20 gramos de grasa total por cada 100 gramos
§  Se considera bajo cuando tiene menos de 5 gramos por cada 100 gramos de alimento.
Sobre el contenido de azúcar:
§  Se considera alto 10 gramos o más de azúcar por cada 100 gramos
§  Se considera moderado entre 2 y 10 gramos de azúcar por cada 100 gramos
§  Se considera bajo menos de 2 gramos de azúcar por cada 100 gramos.
Conocer estos datos nos ayudará a saber qué leer y cómo interpretar la información del etiquetado de los alimentos, de manera de favorecer la elaboración de platos más sanos que contribuyan a cuidar de nuestro organismo.
Después de todo, la alimentación es un gran determinante de nuestra salud y la misma comienza con la compra de alimentos que después se incorporarán a la cocina para dar origen a platos sabrosos que consumiremos.100 gramos nos ayudará a disminuir la densidad calórica de la dieta.